MUSEO DEL ESCRITOR

jueves

6ª Concurso Cartas Manuscritas 2006 - La libertad

6º Concurso Cartas Manuscritas, tema: La Libertat año 2006
Reunido el jurado del Concurso, ha decidido otorgar por unanimidad los siguientes premios:

Premios nacionales

1er. premio: RACHEL HUIJSERS-Holanda
2º. premio: ISIDRO FAL FERNANDEZ-Lieres(Asturias)
3er. premio: MªDOLORES CENDAN BLANCO-Roda de Bará


Premio local:YOLANDA IZQUIERDO GARCÍA, Roda de Barà
Premio hasta 12 años: PATRICIO ESTEFANO TRUJILLO-IQUIQUE(Chile)
Premio de 13 a 18 años: CRISTINA PUIG GARCIA- Santpedor (Tarragona)

Para comprar el cuaderno de Cartas Manuscritas, dirigirse a:

Patronato Municipal de Cultura
Plza. de la Sardana
43883-Roda de Bará-Tarragona (España)

o al telf. + 34 977 65 7774 fax + 34 977657338

o por e-mail : patronat.cultura@rodadebara.org

El precio 12 € + gastos de envío


Prólogo: La libertad- Abraham Méndez Ramos
La libertad no consiste en hacer lo que se quiere, si no en hacer lo que se debe (Ramón de Campoamor). En Grecia los libertos y los metecos, fueron clases sociales legales inferiores, eran los hijos de los esclavos liberados. No tenían derechos, ni privilegios y realizaban un largo, penoso y obligado servicio militar. Aún así lograron llegar a ser grandes figuras de la historia, de la literatura y del arte, además de médicos, ingenieros y grandes empresarios de la época. Tres cuartas partes de la Ciudad de Atenas la constituían esclavos.

Aristóteles escribió: “…hay individuos inferiores a los demás…hay hombres de los que no se puede obtener nada mejor que su fuerza corporal… porque para ellos no hay nada mejor que obedecer” La Legislación de entonces consideraba a los esclavos como objetos que podían venderse y comprarse. Grecia fue la cuna de la democracia y en cambio privaba de fundamentales derechos a esos ciudadanos, frente a la clase privilegiada. Los esclavos eran un bien productivo, unas máquinas. Aunque estaban defendidos por códigos frente a los abusos y desmanes de sus “dueños”. No se les podía matar y los castigos eran controlados. Había un mercado de esclavos en la Isla de Delos. Solo podían ser liberados de esa esclavitud por ir a la guerra o por comprar su propia libertad.

Desde tiempos inmemoriales el ser humano ha estado sometido al imperio de la tiranía, de la opresión, de la sumisión. Existieron esclavos en Egipto, en Roma, en África donde los negreros hicieron grandes fortunas, en la Alemania Nazi donde se sirvieron de los judíos y más próximos en el tiempo en el Valle de los Caídos, se hizo una obra faraónica para el ego de un solo hombre, donde se utilizaron a presos políticos como la más moderna forma de esclavitud. Recordemos que siglos atrás el presidente de los EE.UU. Abraham Lincoln abolió la esclavitud. El Estado de Virginia ha pedido perdón por el mercado de la esclavitud y por la explotación de los indios. En España no se prohibió hasta 1880. La Estatua de la Libertad en es la máxima representación, obra regalada por el pueblo francés en el año 1876 en calidad de amistad internacional y por su centenario de la independencia. Es el símbolo universal de Libertad y Democracia. El pueblo de Cenicero (La Rioja) tiene una réplica del monumento a pequeña escala y se levantó a la memoria de los héroes de la época.

La Inquisición que practicó la Santa Madre Iglesia desde Roma fue una cruel etapa de privaciones, humillaciones y asesinatos en la hoguera. Se llegó a temer las leyes impuestas por el capricho o intereses de lo religioso. El Tribunal de la Inquisición duró hasta el año 1834. También el Islamismo aplica sus burkas cerebrales. En todo tiempo se ha intentado frenar la libertad del individuo, su mente, su acción, el avance de todo pensamiento y la ilustración. Lo contrario de libertad es la prohibición. La esclavitud es lo contrario a la libertad. Muchos seres humanos luchan y matan para obtener la libertad. En una sociedad libre cada ciudadano es soberano de sus propios actos y ejerce las actividades que cree necesarias sin que nadie le repruebe sus actos, mientras éstos estén dentro de la Ley. La obligación hacia los derechos y deberes de los ciudadanos reafirman los valores que nos hacen iguales. Aplicando Leyes prohibicionistas o permisivas pueden ser más tolerantes o más inquisidoras y ellas transmitirán la igualdad en nuestra sociedad.
Los poderes públicos, las escuelas y la propia familia son los que deben proteger, ampliar y difundir la libertad plena. El derecho a la libertad es la facultad que toda persona tiene frente a los gobernantes públicos, para que estos no impidan la realización de obrar del individuo. Las garantías constitucionales ofrecen la libertad de acción de la persona. Libertad es poder reclamar judicialmente y poder exigir responsabilidades, ante una injusticia, una afrenta o una calumnia. Los poderes del Estado deben controlarse para que no ejerzan la censura y priven de libertades esenciales al pueblo. En un Estado de derecho se deben proteger y ampliar las excelencias de la libertad. Ante el clero, la nobleza, el poder económico o los militares no deben prevalecer privilegios, ni derechos espurios hacia algún grupúsculo de ciudadanos, porque en sus vidas hayan sido mejor tratados por la diosa fortuna, por el poder de los títulos, por la religión, por herencias de dudosa historia o por el temor a las armas, ya que eso nos llevaría a una sociedad clasista, donde se incumpliría el principio de igualdad y que amparándose en las leyes se negarían los intereses de los más débiles. Inglaterra fue el ejemplo, en el año1603, donde se defendió el derecho común y la libertad del ciudadano. El Parlamento ganó en un famoso pleito, el de los Monopolios, a los adoptados por la realeza. Entonces comenzó el poder del pueblo.

No sé si la libertad con mayúsculas ya existía en nuestro entorno antes del 11-S o del 11-M, es decir después del ataque del mundo islámico contra el mundo occidental. O si las dictaduras de turno, las que gobiernan, dirigen y manipulan mentes, cuerpos y almas, siempre han estado aquí y desde tiempos inmemoriales. Hay proxenetas que explotan a las mujeres y a los niños como esclavos sexuales. Hay locos dictadores que ejercieron su poder y sometieron a sus pueblos, a sus hombres y mujeres. Aún hay Guantánamos y terroríficas prisiones que se justifican. Nuestros genes conservan el temor a la esclavitud.

He escrito que en tiempos de los egipcios hubo cautividad y sumisos criados, las legiones romanas hacían esclavos y opresión por el Nerón de turno, que con su índice señalando arriba o abajo, a su capricho, otorgaba la vida o la muerte. Los ideólogos de la gran madre Rusia, antes de la caída del Muro de la Vergüenza que separaba el supuesto mundo libre, privó a millones de seres de su libertad y los condenó a Sibéria. El comunismo fue una forma de privación de libertad. Solo el padre Estado podía pensar y hacer por ti. Eras un número, estabas anulado. Si protestabas te metían en las checas o te enviaban a pasar unas largas vacaciones en las gélidas estepas. Luego llegaron Hitler, Ceacescu Musolinni, Franco, Pinochet, Castro y otros muchos. Da igual las dictaduras de derechas o de izquierdas todas son detestables, todas te privan de tus más elementales derechos.

Hasta el anarquismo humanista (clásico) es la quintaesencia de la libertad en la búsqueda de la igualdad, rechazando la superioridad de un humano sobre otro. Anarquismo no significa desorden, caos, terrorismo… es también sinónimo de liberalismo. Hay quién quiere privarte de las libertades conseguidas, quien pretende someter al individuo a controles y restricciones. Hay vetos, censuras, coacciones o despidos sin causas justificadas que atentan contra la libertad del individuo. Se deben hacer todos los gestos y acciones en libertad, porque ahí está el origen de todo pensamiento de la humanidad. Hay Leyes que llevan años para aplicarse y pretenden defender a minorías, pero se votan o no según el partido en el gobierno o la presión en la calle y no por los intereses del ciudadano. Se debería emplear la ética, la razón y el sentido común, prescindiendo de la estética.

En nuestra joven democracia debemos defender y hacer pedagogía de las deseadas libertades de expresión, de información, de opinión, de pensamiento, de conciencia, de religión, de reunión, de asociación y la libertad de las artes y de las ciencias, que están recogidas en el título II del Tratado de la Constitución Europea. El ser humano no debe estar condicionado por una sociedad a la que debe servir, si no también de la que debe servirse. Diplomacia, diálogo, conversaciones, contraste de pareceres, cesiones mutuas, buscar y ofrecer soluciones y no ir solo detrás de la pancarta. La libertad debe ser nuestra pacífica arma para buscar la paz y no la guerra. Hay que vivir y dejar vivir… en libertad.

ABRAHAM MÉNDEZ RAMOS
Empresario y Escritor
Director Museo del Escritor

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